sábado, julio 19, 2008

Video de mi conferencia en Uruguay

Hola,

Si les interesa, pueden ver mi conferencia sobre el portal educativo de Medellín, http://www.medellin.edu.co/ presentada en Montevideo-Uruguay, en el marco del Foro Regional de Contenidos Educativos e Inteligencia Digital, lo pueden hacer a través de la siguiente dirección:

http://educas.secnetpro.com/scripts/mgrqispi94.dll?appname=GEducas2&prgname=LogInSLN&arguments=-AInvitado,-A00076000010000000011,-N0

Abrazos.

martes, julio 08, 2008

No voy en tren… Voy en buque y en avión…

Un domingo de madrugada, en pleno invierno de junio, llegué a Montevideo. En el trayecto de 20 dólares negociados (a lo colombiano) desde el aeropuerto hasta el hotel, la ciudad se mostraba solitaria, fría y lejana. Mi compañero de viaje y yo no sabíamos hacia donde nos conducía el taxista que en reiteradas ocasiones nos miraba por el retrovisor del automóvil y hablaba por celular como en clave (esto puede ser simple paranoia)… Al fin llegamos al hotel, cálido, pequeño, acogedor, sencillo, frente al mar-río. Habitaciones 113 y 114. A dormir.

Pasadas unas horas, sin tiempo que perder, nos levantamos a recorrer la ciudad. Como por ahí dicen que hablando se llega a Roma, decidimos lanzarnos a las calles de una Montevideo fría y aún dormida, una Montevideo que no imaginábamos y que hasta ese momento no nos ofrecía nada nuevo excepto el frío recalcitrante y la vista al mar-río.

Tomamos un Ómnibus (bus) y tras casi una hora de viaje, llegamos al centro de la ciudad por recomendación de la recepcionista del hotel que nos envió directo al mercado artesanal de domingo. Unas 20 cuadras conforman la Feria Tristán Narvaja, llena de chucherías, de ropa vieja, de antigüedades sin gusto ni uso y de mate. Casi podría compararla con el mercado de las pulgas del Terraza Pasteur de Bogotá, aunque mil veces más grande.

Caminábamos, mirábamos, analizábamos y nada que comprábamos. Creo que nos aterraba hablar por temor a que nuestro acento colombiano diera pie a los vendedores de sacarnos una buena ventaja en los precios. No sabíamos nada de Uruguay, de su moneda, de sus precios, de su gente. Solo sabíamos que estábamos allí por algo grande.

Del mercado solo llevamos un gorro para el frío y unos pocillos de mate. La curiosidad que nos despertó el ver a todos los peatones con un termo lleno de agua caliente bajo el brazo y una taza con mate, hizo que nos lanzáramos a pagar casi 30 dólares por cada uno. Bueno, tanto recorrer y mirar precios, terminó en eso.

Llegada la hora del almuerzo, nos inclinamos por el plato típico: Chivito al pan. No es más que una carne servida sobre una rodaja de pan de hamburguesa y un mundo de papas a la francesa que todavía me siento llena de solo recordarlo. Coka (coca-cola) de bebida.

Nuevamente en las calles de Montevideo, por toda la Av.18 de julio llegamos a la Intendencia de Montevideo, a unas cuadras de allí vive Graciela, nuestra querida anfitriona. Una mujer madura, alegre, interesante, nuestra madrina. Ella nos recibió en su apartamento con una charla amena acerca de la educación, la tecnología, el Uruguay, sus costumbres, su gente, su mate.

Horas más tarde llegó Gabriela, una cordobesa (argentina) sensualona, inteligente, risueña. Con un acento muy curioso. Pero la ciudad nos esperaba, quizá sería la única oportunidad de recorrerla, de admirarla y de vivirla, pues los siguientes 4 días estaríamos en un recinto atendiendo al evento al que fuimos invitados.

Fue así como llegada la noche nos lanzamos a conocer la ciudad vieja, la Montevideo de ayer, sus calles coloniales, su arquitectura, su plaza de la independencia, su gente abrigada, su olor, su color.

Así terminó nuestro primer día. La travesía apenas comenzaba.

CEIBAL Aprende

Comenzó el evento con unas palabras de los organizadores y finalizó con la intervención de Alejandro Piscitelli, el gurú latinoamericano de la tecnología en educación. Casi 10 horas en el Diario oficial, lugar del evento, y no podía dejar de pensar que la fortuna me acompañaba. Estar sentada al lado de personas que desde su nacimiento fueron sentenciados a ser grandes, más que por lo rimbombante de sus apellidos (Ripoll, Nervi, Piscitelli, Martinis, etc, etc) por su calidad humana y su capacidad de reflexión y crítica, fue para mí más que un lujo, un verdadero placer.

Pero más que por los personajes invitados, el evento fue un éxito por sus casi 100 maestras. Y digo maestras con el perdón del uno que otro maestro asistente. Unas señoras cálidas, que se acercaban para hacer charla, preguntarnos sobre Colombia, felicitarnos por nuestro proyecto y sobre todo, para brindarnos su casa: Uruguay.

Esas maestras de todas las regiones de Uruguay que fueron al Foro Regional de Contenidos Educativos e Inteligencia Digital para aprender, para reflexionar y para alcanzar a dimensionar la importancia histórica de su coyuntura educativa. ¡Buen viento y buena mar para los uruguayos!

Al día siguiente, Oscar y yo estábamos parados frente a un centenar de maestras contándoles que por estos lados del continente también se habla de tecnología en educación, que tenemos muchas cosas interesantes que mostrar y aportar, que nuestro potencial humano, nuestros niños y nuestros maestros, día a día luchan con la creatividad como herramienta para insertarse en el mundo globalizado y que la violencia de nuestro país no es de lo único que hablamos y lo único que nos representa en el exterior. ¡Aplausos y abrazos calurosos!

Impresiones 'uruguachas'


Estos son algunos datos curiosos de Uruguay: el país tiene una población de 3. 323.906 habitantes de los cuales 1.342.474 pertenecen a Montevideo. Es decir, casi todo Uruguay es tan grande como Medellín y casi toda su población está concentrada en la capital.

Existe una única universidad pública que es la Universidad de la República. La educación también es distinta a la colombiana. Cuando los niños saltan de la primaria a la secundaria, lo hacen también de recinto y de colegio. No es como aquí donde muchos de nosotros cursamos toda nuestra etapa escolar en el mismo colegio.

Un dólar equivale a 19 pesos uruguayos. Su baile tradicional es la murga, la cual tuvimos el placer de apreciar a través de los cantos satíricos de 'Agarráte Catalina', el grupo de murga más importante de Uruguay. Su licor tradicional se llama Licor de Butiá: dos copitas de prueba bastaron para que Oscar y yo estuviéramos en el limbo entre la risa y la locura.

Su gente toma mate de día de noche y casi que podría decir, que hasta dormidos…En bicicleta, caminando, en eventos, en la oficina, en la casa, en la escuela, con decirles que en una escuela se inventaron el Salón del Mate para que los estudiantes no entraran a clase con él sino que usaran ese espacio para tomarlo.

Algunos expositores y personas que conocí utilizaron palabras extrañas que yo no podría decir si son spanglish, español incorrecto o qué. Unas de ellas: “Webizar”: convertir algo a web. “Prácticas aúlicas”: para referirse a las prácticas de aula. “Perdóname que te jorobe”: que te moleste. “Tá,tá”: ok.ok. Setiembre: el mes de septiembre. “¿Viste?”: muletilla como ¿ves? “Estatuye”: que dicta estatutos. “Tiro la dieta a la chancleta”: que no más dieta.

Durante mi estadía el país anunciaba que cada niño de primaria tendría su propio computador portátil (XO) donado por el Estado, registraba que los sindicatos de trabajadores protestaban fuera a la intendencia por sus bajos salarios, y el presidente Tabaré Vásquez anunciaba que acababan de hallar gas natural. Por si fuera poco, ahora resultaba que Carlos Gardel era uruguayo y no argentino como siempre se había creído.

Bueno, por si fuera poco, desde allá también todo fue posible para mí: ir a Buenos Aires en buque, enamorarme a primera vista de un tiqueteador de aeropuerto, quedarme sin plata en la terminal de buses de Montevideo y conocer más de lo que imaginaba conocer, aprender y vivir.