jueves, octubre 26, 2006

¡Me hicieron el 'paseo millonario'!

Alguien me dijo entre chiste y chanza que ya parecía una grabación cada vez que alguien me preguntaba qué fue lo que me pasó. Pues para los que no saben, les contaré a vuelo de pájaro mi trágica historia. Resulta que una de esas noches que salí tarde de la oficina, mi amiga Lina me hizo el "aventón" hasta la calle 127 con autopista norte (en ese entonces vivía cerca a Bulevar).

Casi siempre me bajaba en el mismo lugar y cogía una buseta que me dejaba en la esquina de mi casa. Sin embargo, ese día llevaba paquetes en la mano y un billete de 20 mil pesos, por lo que pensé: "mejor cojo un taxi para no enredarme con los paquetes y las vueltas en el bus". Ésta decisión, que era tan usual en mí (siempre buscaba excusas para irme en taxi y no en buseta), fue crucial y definitivamente marcó mi vida.

Pues cogí el taxi sin pensarlo más y le indiqué la ruta. El taxista me miraba por el retrovisor y me preguntaba constantemente el destino. Yo, ingenua, le reiteraba: "A Bulevar, señor". El taxista bajó por la calle 127 y cuando llegamos al semáforo de la Avenida Córdoba, un sector oscuro y desolado, el carro se apagó. Él comenzó a decir que el carro no le prendía. Avanzaba unos pasos y se volvía a apagar. Pasaron unos 3 minutos, y en vista de que supuestamente se había varado, miré alrededor y pensé: "no me puedo bajar aquí porque depronto me roban, mejor espero a que llegue un taxista amigo a ayudarnos".

No pasaron dos segundos después de que le dije al taxista que si quería podíamos llamar a un compañero para que lo ayudara, cuando el tipo quitó el seguro de las puertas y se montaron dos tipos, uno por cada puerta. En ese momento, lo único que pensé fue: "esto es un sueño, no me puede estar pasando a mí"....

Pero la realidad era otra. Estaba siendo víctima de un 'paseo millonario'. Los tipos le dijeron al taxista que arrancara (hasta ese momento me percaté que el taxista era cómplice), me tomaron de los dos brazos y me gritaron que cerrara los ojos, que me portara bien porque sino me "iba mal" (como si ya no estuviera lo suficientemente mal).

En esos momentos solo les suplicaba que no fueran a matar ni a violar...Ellos insistían en que solo querían lo de valor. Yo les dije que solo tenía unos ahorros en una cuenta y con eso fue suficiente para tenerlos calmados mientras exprimían toda mi quincena del cajero.

El "paseo" duró una media hora o más, la verdad para mí fue eterno...Uno de ellos se bajó al cajero después de haberme pedido la clave de la tarjeta débito y advertirme que si el valor que les había dicho que tenía no era cierto, me iba a "arrepentir".

Mientras tanto, yo seguía en el taxi con los otros dos tipos, dando vueltas quien sabe por donde y aguantando la voz infame de uno de los victimarios que me preguntaba cosas sin sentido como: "por qué tiene plata", "qué hace: estudia o trabaja", "cómo se llama"...Todo esto, mientras trataba de hacerme entender que ellos también tienen familias que alimentar.

El cuento es que después, el tipo que se bajó al cajero llamó a los otros para que lo recogieran, y se montó de nuevo al taxi. Yo seguía con los ojos cerrados y el corazón a mil. Pero ahora más que nunca pensaba en cómo reaccionar si intentaban violarme...Unas cuadras más adelante, los tipos le indicaron al taxista que detuviera el carro. ¡Por fín me iban a dejar libre!

Yo pensaba que habían dado muchas vueltas y quizá estuviera en Bosa, en Soacha o en algún lugar muy lejos de mi casa...Aún así, cuando me bajaron del carro, con la advertencia de que no volteara a mirar y caminara "derechito", me dí cuenta que estaba a unas cuadras de donde cogí el taxi.

Con las piernas adormecidas, logré caminar unas cuadras y buscar un teléfono. A la media hora mi familia fue a recogerme. Esta es la hora que no he vuelto a coger un taxi en la calle y las dos veces que me he vuelto a subir a un carro amarillo lo he hecho con por lo menos 3 personas más.
Hoy, casi un mes después del suceso, puedo decir que gracias a mi angelito estoy viva, completa, sin traumas mayores y escribiendo la historia desde mi oficina y no desde un manicomio... ¡Pilas con los taxis!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Dianita:

Me animo por fin a escribirte en tu blog, ya que por fin tengo tiempo (de hecho voy a tener bastante pues vuelvo a engrosar las filas de los desempleados) felicitándote por el diseño y la organización de este. Todavía me dan escalofríos cuando vuelvo a leer ese incidente que te ocurrió. gracias a Dios no te paso nada más grave... un beso, un abrazo y ojalá nos veamos pronto...

Andrey

Anónimo dijo...

Qué experiencia tan aterradora. Me alegra mucho que finalemnte todo salió bien y que tuviste la fortaleza emocional para manejar el momento y superar el trauma posterior. Estamos a merced del hampa, nada qué hacer. Un abrazo y mucha suerte...

Unknown dijo...

Dianita:
Muchas gracias por la entrada que dejaste en mi blog. Lamento que esto te haya ocurrido. Pero, ya ves: siempre nos queda, por lo menos, una crónica. Un abrazo.
http://www.megastoregroup.com/blog/

Anónimo dijo...

AHI SI ME DEJASTE PREOCUPADO... COMO ASI?

YO NO ME SABIA ESA... QUE TRÁGICO!

PERO BUENO, SON COSAS QUE PASAN (SOBRE TODO EN LOCOMBIA O COMO OTROS LO CONOCEN: EL PAIS DEL SAGRADO CORAZON... SI FUERA ASI NO PASABAN ESTAS COSAS O SI?)...

LO QUE SI ME DEJA INTRIGADO ES: COMO HACES PA TRABAJAR EN MEDELLIN DIGITAL DONDE A TODA HORA ESTAMOS SUBIDOS EN TAXIS???

CHAO!... DANIEL